¿Cómo debe ser una dieta para tratar o prevenir el hígado graso? Esta condición afecta tanto a personas delgadas o con sobrepeso, y está muy relacionada con la alimentación y la actividad física.
En nuestro país, es común escuchar que diferentes personas padecen esta condición, ya que nuestra comida peruana combina diferentes carbohidratos en cantidades mayor a lo que nuestro cuerpo requiere.
La calidad de la dieta juega un papel muy relevante en el tratamiento de esta patología, ya que existen estudios donde un cambio en la alimentación tiene efectos más positivos, sin necesariamente mostrar una gran disminución de peso.
Actualmente, no existen fármacos que traten directamente esta condición. Sin embargo, existen alternativas naturales que pueden contrarrestar el progreso y daño hepático.
A continuación, te presentamos una serie de indicaciones para elaborar tu dieta y prevenir esta condición y las soluciones naturales más recomendadas:
Una dieta rica en fibra:
La fibra es la parte del alimento que nuestro cuerpo no puede digerir. Por lo tanto, se mantiene intacta y sin absorber durante el paso por el intestino.
Esto la convierte en una sustancia beneficiosa para nuestra salud, ya que absorbe agua (fibra soluble) y retarda la digestión y absorción de nutrientes. Con ello, se evitan los picos de insulina y nos dan mayor saciedad en cada comida.
También, existe otro tipo de fibra que no se diluye en agua (fibra insoluble), pero que conlleva el movimiento de los alimentos y agrega volumen a las heces. Estas evitan el estreñimiento.
Ambas fibras son importantes para el tratamiento del hígado graso, ya que evitan la absorción y reabsorción de las grasas. Existe un mecanismo en nuestro cuerpo que, para digerir las grasas, utiliza los ácidos biliares provenientes del hígado.
Estos ácidos están compuestos por colesterol y se reabsorben en el intestino. Sin embargo, cuando consumimos fibra, este colesterol se elimina por las heces, siendo un beneficio en el control de lípidos de nuestro cuerpo.
Otro de los beneficios de la fibra es que evita la rápida absorción de glucosa y, por lo tanto, la liberación de insulina. La insulina es una hormona que se encarga de evitar que haya mucha glucosa (azúcar) en la sangre.
Cuando comemos alta cantidad de carbohidratos, en especial los refinados (azúcar, arroz blanco, pasta y pan blanco), se libera gran cantidad de esta hormona, ocasionado el almacén de estos en forma de grasa.
Por consiguiente, la fibra no solo evita la absorción de nutrientes en exceso, sino que evita que estos se almacenen en forma de grasa, previniendo y tratando el hígado graso, ya que limpia nuestro cuerpo.
Se requiere de 20 a 35 gramos de fibra al día para un óptimo estado de salud . Está la podemos encontrar en cereales integrales (avena, arroz integral, trigo integral, cebada, quinua y kiwicha), hortalizas (verduras y legumbres), frutas, frutos secos y semillas.
Agrega antiinflamatorios y antioxidantes en tu alimentación
Una dieta rica en vegetales y moderado consumo de frutas te brindarán los antioxidantes y antiinflamatorios que tu hígado necesita.
Sumado a esto, existen sustancias con estas propiedades específicas como por ejemplo, la cúrcuma, espirulina, acaí, jengibre (kion), camu camu, cacao, té, infusiones y omega 3.
Estas sustancias evitan la oxidación y el deterioro de las células de nuestro hígado, previniendo la progresión del daño hepático en esta enfermedad.
Como mencionamos anteriormente, existen ciertos productos naturales que pueden ayudar a tratar esta patología.
Alcachofa: “El mejor alimento para el hígado y la vesícula”
La alcachofa es una hortaliza rica en fibra que ayuda a limpiar el exceso de grasa de nuestro cuerpo. También, contiene sustancias antioxidantes que previenen la inflamación del hígado.
A su vez, contiene cinarina, la cual es una sustancia que activa la producción de bilis, ayudando a la digestión y a la liberación de colesterol que puede ser eliminado por las heces.
Puedes encontrar:
Extracto de alcachofa: es el concentrado de la hortaliza. Puede ser solo o con otros componentes como té verde y té chino. Lo vital es que sea libre de azúcar. Se recomienda consumir 30 mL o 2 cucharadas del producto antes de cada comida.
Harina de alcachofa: es la deshidratación y molienda de la alcachofa. Esta se debe hidratar; es decir, agregar en agua o jugo para aprovechar su fibra soluble. Se recomienda una cucharada al día en jugos (sin azúcar), sopas o infusiones.
Fibra col
Contiene una mezcla de pitahaya, acaí berry, nopal de tuna e inulina, producto rico en fibra y antioxidantes. Ayuda a eliminar la grasa del cuerpo (triglicérido y colesterol) y a evacuar mejor y restablecer la flora intestinal. Se sugiere consumir en ayunas, una cucharada junto con jugos sin azúcar.
Vinagre de manzana
Tratamiento casero conocido por regular la glucosa en sangre. Ayuda a regular los niveles de triglicéridos y colesterol, previniendo la acumulación de estos en el hígado. Se aconseja una cucharada de vinagre de manzana en un vaso de agua antes de cada comida.
Harina de Spirulina
Contiene algas de espirulina deshidratadas y, en algunas presentaciones, la puedes encontrar con alcachofa y berro. Tiene un alto aporte de antioxidantes, fibra y omega 3. Se recomienda 1 cucharadita al día en jugos (sin azúcar), sopas e infusiones.
Harina de cúrcuma o camu camu
Tanto la cúrcuma como el camu camu son potentes antioxidantes que ayudan a contrarrestar la inflamación del hígado graso ocasionado por la oxidación de las grasas. Se propone 1 cucharadita al día en jugos (sin azúcar), sopas e infusiones.
Cápsulas
Alcachofa 250 mg: son cápsulas que contienen el polvo de alcachofa, brindándote los beneficios de esta en cada toma. Puedes tomar una antes de cada comida; es decir, 3 veces al día.
Hercampuri 500 mg: son cápsulas que contienen hercampuri, hierba que tiene un efecto antiinflamatorio en el hígado, estimula la liberación de los ácidos biliares, y regula los niveles de triglicéridos y colesterol. Se recomienda tomar 2 cápsulas al día después de la comida.
Cúrcuma 500 mg: son cápsulas con las propiedades antiinflamatorias de la cúrcuma. Protege al hígado de la inflamación ocasionada por la oxidación de las grasas y el consumo sugerido es de 3 cápsulas al día, de preferencia antes de los alimentos.
Camu camu 500 mg: cápsulas con camu camu, un potente antioxidante que tiene efecto hepatoprotector. Rico en vitamina C y carotenoides, que previenen la inflamación y fortalecen el sistema inmune. Antes de la comida se aconseja tomar dos cápsulas al día.
Para concluir, es fundamental comprender que cada cuerpo es diferente y que algunos tratamientos pueden ser más efectivos en unas personas que otras, ya que pueden existir otras condiciones de base, como gastritis, diabetes, colon irritable o estreñimiento.
Por esta razón, en este artículo te hemos brindado varias alternativas que se adapten a lo que tu cuerpo necesita. Deseamos que sea de gran ayuda para ti.
Ahora que ya conoces las alternativas, te invitamos a seguir aprendiendo y que puedas leer cómo disfrutar de la comida peruana de forma saludable y evitando el Hígado Graso.
Lic. Nutrición y Dietética, Andrea Navarro CNP 8711